Un año iniciado de la manera más brillante y que promete cosas muy buenas.
Un año, sin embargo, donde a María, personaje quizás demasiado carismático, siempre bajo los focos, se le acumulan problemas y tensiones. Y casi todos con los amos de invento: la WTA. Veamos:
El visceral gesto de su papá cuando pasó por encima de Henin en Melbourne quiso ser interpretado por algunos como ofensivo hacia la belga. La WTA abrió una investigación que concluyó en nada. No había nada que investigar. Pero papá no apareció en el siguiente torneo(Doha) ni tampooc lo hizo en Amelia Island.
María decidió no jugar en Miami tras notarse excesívamente cansada en Indian Wells. Por ello recibió una multa de 125.000 dólares.
La historia se repite con el Torneo de Berlín que comienza mañana. María ya avisó a la WTA que, tras decidir encadenar Amelia Island y Charlestone, no estaría en Berlín. Pero la WTA parece que no se quiso enterar. Y otra multa de igual tamaño.
Ahora, el tema de las horas de promoción justo antes del inicio de Roma. María enfrentada a la WTA, cantándole las cuarenta y la WTA con la amenaza de una nueva multa: ésta vez muy superior.
23.59 horas- de Barcelona.
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