"Cada vez que salía a entrenarme o jugar, Jane era el nombre en el que estábamos pensando. Quiero dedicarle esta victoria a ella porqué después de sufrir su pérdida tuve otra perspectiva de la vida con mis lesiones y retrocesos. Me ayudó a saber que cosas tienen prioridad fuera del tenis".
Este es una parte literal del discurso realizado por María tras ganar en Melbourne el sábado. Jane era la madre de su entrenador Michael Joyce. Y murió en junio pasado por culpa de un cáncer.
Michael agradeció el recuerdo de María hacia su madre y comentó que la joven se implicó tanto en el proceso terminal de Jane que llegó incluso a perder su instinto ganador en las pistas, lesiones aparte.
María cuidaba de la hija de Joyce, preocupándose por ella y llevándole montones de regalos y ropa para que la niña no se obsesionara con la tragedia. Joyce admite haberse senntido avergonzado por la gran dedicación de María cuando él no tenía ánimos para ayudar a entrenarla.
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