Mejor porqué María ha venido exhibiendo durante todo el torneo un juego de altísimo nivel, muy superior al suyo propio de años anteriores y, lo que es más remarcable a la hora de hacer pronósticos, muy superior al de sus potenciales rivales. A las que ha ido barriendo de la pista, como hoy lo ha hecho con la número 3 del mundo, Jelena Jankovic, jugadora mermada por lesiones, castigado su físico por el descerebrado calendario que se autoimpone.
María ha salido tipo transiberiano y en la primera manga, en un visto y no visto, se ha adelantado 5-0. Luego ha tenido problemas para cerrar el set(5-3), hasta lograrlo en el 9º game con servicio a favor. Un servicio que no ha sido sólido como en anteriores partidos.
Si ha mejorado su saque en el segundo set, logrando una bonita colección de aces, ante una Jankovic que, con lágrimas en los ojos, ha estado a punto de retirarse y ha tenido que ser atendida en varias ocasiones por la fisioterapeuta, principalmente por dolores en la espalda. Con un rotundo 6-1 María ha sellado su pase a la final, en un encuentro donde no ha tenido opositora.
Y el sábado su segunda final consecutiva en Melbourne: pero mejor. Pues su rival no es del potencial de Serena. Es la joven y hermosa Ana Ivanovic que ha estado a punto de ser eliminada por Hantuchova. Ivanovic también llegará muy cargada de esfuerzos a la gran cita.
21.34 horas- de Barcelona.
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