María ha pasado la primera ronda del Open de Varsovia al derrotar a la italiana Garbin por 6-1, 6-7 y 6-3. Ése era el partido de su vuelta a la competición tras 10 meses de ausencia. Y, por su juego, no ha parecido que hubiera estado alejada tanto tiempo. María, desde el principio del match ha jugado a un alto nivel, segura de si misma, arriesgando con golpes profundos y a las líneas y muy sólida con el servicio. Así, casi como la mejor María, ha barrido a la transalpina en la primera manga: 6-1. El discurrir de la segunda era muy parecido: 4-0 y sacando para el 5-o, pero a partir de aquí ha comenzado a fallar su saque. Varias dobles faltas han puesto el set en 5-2, pero con 0-40 para que María rematara el encuentro por la vía rápida. No lo ha logrado y cada vez se ha reflejado más en su rostro, sus movimientos y su juego desacertado, que le estaba pasando factura tantos meses fuera de la competición. Cansada, iba cediendo ante la italiana, que no es ninguna maravilla. María ha perdido el tie break y ha tenido que afrontar un tercer set preocupante. Ha llegado a ir 1-3 por debajo. El cansancio no ha disminuido, pero ha jugado en el rush final del partido con inteligencia: no ha buscado las líneas, ha controlado mejor su ímpetu de hacer punto con su primer golpe de resto y, principalmente, ha vuelto a servir con eficiencia. Todo eso le ha permitdo encadenar 5 juegos consecutivos y llevarse el set y el partido.
¿Conclusiones? María vuelve bien de juego, pero corta de forma física. Nada preocupante. Es lo normal tras tanto tiempo fuera. Siempre que el hombro maldito no haya sido el responsable de su bajón en el servicio...
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